TURISMO RURAL EN AYACUCHO
Las estancias de Ayacucho abren una ventana la historia de la zona, además de tradición gaucha y actividades de campo.
En la estancia «El Cardal» podrá revivir el comienzo de la historia del profesor suizo Aime Tschiffily que con dos caballos de la familia Solanet, llamados Gato y Mancha, unió estos pagos con Nueva York entre los años 1925 y 1928. En la estancia podrá ver como todavía se crían caballos criollos.
La estancia «San José» posee reminiscencias históricas, pues las instalaciones más antiguas fueron posta de viajeros en el siglo XIX. Algunas partes históricas de la estancia fueron reacondicionadas para recibir turistas.
Si su deseo es jugar o ver jugar al Polo, puede dirigirse a la estancia «La Tapera». Allí se crían caballos de polo y se adiestran, usted podrá ver y disfrutar de un entorno único.
En esas y otras estancias podrá disfrutar de sus parques que invitan al descanso, realizar cabalgatas, deportes o pasear en sulky. A su vez es el mejor lugar para degustar un rico asado, probar dulces caseros y tomar unos buenos mates amargos como todo gaucho, para luego volver renovado a su rutina diaria.
Todos los servicios son realizados profesionalmente y, en muchos casos, atendido por sus propios dueños.


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