TREKKING DE IRUYA A SAN ISIDRO
Las montañas, el aire puro y los alrededores del pueblo de Iruya hacen que caminar sea, más que una alternativa de distracción, una búsqueda de los tesoros que no se ven. Dichos tesoros son los ríos, miradores, pequeños pueblos y buscar un buen lugar para observar los cóndores que sobrevuelan la zona.
San Isidro es un poblado inmerso en las montañas salteñas, al que se accede caminando, cabalgando o en camionetas 4×4. El camino es el lecho del río Iruya que por 8 kilómetros aproximadamente, nos guía a la unión del río San Isidro con el río La Cueva.
Caminando se tarda entre dos horas y media a tres, por lo que se puede realizar la excursión en el día. El camino no es dificultoso, pero si es pedregoso ya que es el lecho del río, por lo que se debe andar con precaución.
El recorrido es muy interesante debido a los colores de las montañas, la posibilidad de ver pobladores junto a sus burros, guanacos, llamas y aves como cóndores que vuelan por lo alto.
Al llegar a San Isidro lo llamativo es ver que el pueblo parece un lugar detenido en el tiempo. Un paisaje de calles o pasillos de piedra transitados por pobladores y burros, casas de piedra y adobe, gente amable que ofrece sus artesanías y chicos jugando.
El poblado se ubica sobre un peñón a 2900 m.s.n.m. y tiene casi 400 habitantes distribuidos en 6 barrios: Pueblo Viejo, Pumayoc, La Laguna, Trihuasi, La Palmera y La Cueva. Es un lugar chico y distinto al resto, pero cuenta con almacenes, lugares para comer y hospedaje para disfrutar de las noches estrelladas desde alguno de los miradores, como el del cementerio.
Si realiza el paseo caminando le recomendamos realizarlo en invierno o en los meses cercanos a dicha estación, debido a que baja el caudal de agua en los ríos de la zona. Recuerde llevar agua, calzado adecuado, algo de comer y no volver de noche.


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