PARQUE NACIONAL TALAMPAYA
Creado como reserva en el año 1975, El Parque Nacional Talampaya se ubica en el centro oeste de la provincia de La Rioja y cuenta con una superficie de más de 215.000 hectáreas divididas en varios sectores.
Su paisaje muestra una belleza escénica poco vista, con cañones, ríos secos en invierno, arena, montes y formaciones rocosas que cada turista bautiza según su imaginación. Su importancia arqueológica, cultura y ambiental hacen que Talampaya sea investigado y visitado por miles de personas cada año.
Uno de los mayores objetivos es la conservación de los importantes yacimientos paleontológicos y arqueológicos presentes en el lugar que los Quechuas bautizaron como «Talampaya» que significa «Río Seco del Tala» o «árbol del Río Seco».
Declarado como una de las 7 Maravillas de Argentina, el Parque Nacional Talampaya ocupa las serranías bajas del oeste riojano, exponiendo notables procesos erosivos que forman cañadones de rectos y altos paredones, como el del río Talampaya y los que se aprecian en los Cajones. Además existen amplios sectores casi desprovistos de vegetación, denominados huayquerías, en donde se destacan la presencia de unas pocas hierbas carnosas como la verdolaga. Allí también son abundantes las formaciones de areniscas y rocas de extrañas siluetas, como se aprecia en el área conocida como la Ciudad Perdida.
Para recorrer el Cañón de Talampaya se debe contratar una excursión en el centro de visitantes del Parque Nacional, pudiendo en camionetas, camiones panorámicos o bicicleta. En todos los casos hay paradas para caminar y recorrer diversos puntos.
A su vez se puede acceder a otros puntos desde la ruta 76 con guías habilitados y así conocer lugares mágicos como el Cañón del Arco Iris y la Ciudad Perdida, donde además de poder acceder a otros lugares del Parque Nacional, se puede apreciar otro suelo, vegetación y colores.
La vegetación es arbustiva, rala y achaparrada. Entre las plantas características de estos desiertos, se encuentran el retamo, prácticamente sin hojas, que realiza la fotosíntesis a través de sus tallos verdes; las jarillas de follaje brillante y resinoso; la brea, un arbolito de típica corteza lisa y verde, que tiene un hermoso aspecto cuando se cubre de flores amarillas en primavera; y, en los faldeos serranos, la chica, un arbolito endémico de La Rioja, San Juan y San Luis. Otras plantas habituales de la zona son las cactáceas, como los «puquis» y varios cardones. Sobre los cauces temporarios podemos encontrar bosques abiertos con majestuosos algarrobos y, en Los Cajones, molles de beber.
La fauna tiene algunos integrantes de frecuente observación. Los zorros grises, la chuña de patas negras y la calandria mora son comunes en las inmediaciones de la entrada al área. Los altos paredones rojizos son utilizados como apostaderos por varias rapaces, por ejemplo el cóndor andino, el águila mora y el halcón peregrino, también son la morada de un roedor: el chinchillón.
Entre las especies silvestres presentes en Talampaya merecen destacarse varias exclusivas de la Argentina. Es el caso entre las aves del gallito arena o «pampa-guanaco», el canastero rojizo y el cachalote pardo; un mamífero como el pichi-ciego o «intiquirquincho», pequeño armadillo de hábitos subterráneos, y entre los vegetales el retamo, la chica y la verdolaga. Talampaya e lschigualasto, reserva provincial sanjuanina lindante, constituyen en conjunto un sitio de gran importancia mundial por la abundancia de fósiles. En las últimas décadas han ganado notoriedad científica por contener yacimientos paleontológicos que abarcan casi la totalidad del período Triásico, época del surgimiento de los dinosaurios.
Así, una de las especies más notables descubiertas en Talampaya es Lagosuchus telampayensis, que vivió en el lugar hace 250 millones de años, en el comienzo del Triásico, y que representa a uno de los primeros dinosaurios que habitaron en la tierra. Otro de los hallazgos importantes en el área es el de tortugas fósiles, como Palaeocheris talampayensis, con una antigüedad de 210 millones de años.
El Parque Nacional Talampaya posee una importante riqueza arqueológica. Las ocupaciones humanas ocurridas entre los años 120 y 1180 de nuestra era, utilizaron cuevas y aleros del lugar como viviendas, depósitos y enterratorios. A cielo abierto, sobre paredones verticales y grandes rocas, una numerosa cantidad de grabados figurativos (antropomorfos y zoomorfos) y abstractos (geométricos diversos) expresan una fusi6n armonizante entre naturaleza y cultura, componiendo una de las localizaciones más relevantes del arte rupestre argentino.
Para visitar:
El tramo de la Ruta Provincial N° 26 entre Villa Unión y Los Baldecitos, esta última localidad en el límite de las Provincias de La Rioja y San Juan, atraviesa el Parque Nacional. El centro de informes se encuentra a 14 Km. de esta ruta, desviándose hacia el noreste.
En el lugar donde se localiza el centro de informes, que cuenta con sanitarios y bar, se inician las recorridas por el Cañón de Talampaya donde se puede apreciar diversas muestras del patrimonio arqueológico, particularmente en los sectores Puerta de Talampaya y Los Cajones, La Ciudad Perdida es uno de los sitios de mayor atractivo turístico, por su espectacular belleza panorámica y las extrañas geoformas que es posible admirar allí. Para acceder a este circuito debe solicitarse la autorización del Guarda parque.
Excursión al Cañón de Talampaya: duración aproximada: 2.30hs.
Excursión al Cañón de Talampaya y Los Cajones: duración aproximada: 4.30hs.
También se puede acceder al Parque Nacional Talampaya en bus con la empresa Facundo (Tel.: 03822 – 435841) desde Villa Unión y la Ciudad de la Rioja.
- Sacando Fotos
- La Torre
- Paredones del Cañon de Talampaya
- Cañon de Talampaya Catedral Gotica
- Accediendo al Cañon


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