SANDBOARD EN PINAMAR
Partiendo del centro del Pinamar en un viejo camión 4×4, jubilado de aventuras de guerra, se parte hacia los bosques, médanos y playas lejanas de la zona norte.
La excursión va por la costa hasta alejarse de la zona poblada y se adentra por los médanos. Las dunas de esta parte de Pinamar presentan las mayores alturas de la Costa Atlántica superando los 50 metros.
Al llegar al lugar deseado, el camión para en un «valle de médanos» cuyas cimas parecen inalcanzables. Sin embargo con el entusiasmo de «surfear» la arena, todos los excursionistas suben atendiendo las indicaciones del guía que dice por donde subir y que huella pisar.
Desde arriba se puede observar el vaivén de la gente, los vehículos 4×4 y por supuesto el mar y sus olas que caprichosas amagan a reposar en la costa.
En la punta de los médanos se aprende la teoría sobre deslizarse en la arena o como «caer bien», pero los nervios juegan en contra y en los primeros intentos la mayoría de los novatos cae en una forma preocupante. Lo peor de caer es que se desea volver a intentar y para eso hay que subir nuevamente a pie.
Algunos se excusan con que no se pudieron deslizar bien porque le faltaba cera a la tabla y luego de ponerle cera de más se animan otra vez.
Algunos mejoran, otros no, pero todos se divierten y agradecen que la arena sea blanda.
Luego de varios intentos, mucho disfrute y con menos fuerza ya casi nadie quiere volver a subir los médanos, aunque si se desea volver a bajar. Es ahí cuando se toma un descanso y al final de la tarde se realiza un recorrido por el bosque y la costa junto al mar, con su brisa revitalizante y poca gente.


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