EXCURSION A LAS SALINAS GRANDES
Partiendo desde Purmamarca por la Ruta Nacional N° 52, por la maravillosa y serpenteante cuesta del Lipan, se llega a las Salinas Grandes, una de las 7 Maravillas de Argentina. También se arriba desde San Antonio de los Cobres por la ex Ruta Nacional N° 40.
Unos kilómetros antes de llegar se puede ver en el horizonte un manto blanco, con cielo celeste y puro que a cada visitante le genera excitación, paz y alegría de diversas maneras.
Las Salinas Grandes son un gran mar de sal de más de 12.000 hectáreas y a 3.600 m.s.n.m., donde el silencio, la paz y el aire puro ambientan al visitante. Este el mayor depósito de Halita (Cloruro de Sodio, CINa) que es la sal de mesa.
Antes conocidas como Desierto de las Salinas, el lugar es gran belleza y singularidad. La sal proviene de una reserva de agua salada bajo tierra, que al evaporarse deja en la tierra una dura capa blanca de sal. De aquí se extraen minerales como el cloruro de sodio, bórax y potasio.
Su formación fue a partir de un lago de agua dulce en un ambiente continental húmedo que luego se tornó árido. Es una cuenca sin salida al mar con aporte de líquidos ricos en sales, esto se debe a la actividad volcánica y a alta evaporación debido al clima de la puna. El cambio en el ambiente se produjo entre el Terciario a partir del Pleistoceno y el Holoceno.
Tan solo mirar las Salinas da placer, con su luz especial y encandilante. Pero también es un lugar para obtener fotos únicas jugando con las sombras y los amigos, tal vez ocasionales, con los que disfruta la excursión.
Una curiosidad son los ladrillos de sal con los que se arman estructuras, mesas, sillas y artesanías que se pueden comprar y así tener un recuerdo particular del NOA, esos mismos ladrillos son utilizados para el ganado. En los cuadrados donde extrajeron la sal del piso, se forman piletas donde uno puede mojar sus pies para refrescarse.
Dependiendo de la época de su visita verá un manto blanco seco de sal o, en época de lluvias, podrá ver las Salinas Grandes con una capa de agua que genera espejismos y reflejos increíbles.
El camino desde Purmamarca es sinuoso, pero de asfalto y con muy buen mantenimiento. Esta Ruta Nacional N° 52 es la que nos lleva a Susques, al paso de Jama y Chile.
Se puede ir con excursiones desde Salta, San Salvador de Jujuy, tomar un remis en grupo desde Purmamarca, esperar el ómnibus a Susques o alquilar un auto e ir tranquilo con horarios propios.
Es aconsejable visitar las salinas por la mañana, llevar agua, gorro, protector solar y no dejar basura.
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