MUSEO FOGON DE LOS ARRIEROS
El Fogón de los Arrieros es un centro cultural, museo y sitio de reunión de amigos. Este espacio ecléctico que fomenta el arte en sus múltiples expresiones fue iniciado en la casa particular de Aldo Boglietti, junto a Juan de Dios Mena, a mediados del siglo XX.
Otro fue el edificio original del fogón que se mudó tan sólo 100 metros a la construcción actual creada exclusivamente. Un edificio moderno de los años ´60, con espacio para todas las actividades que se desarrollan diariamente. Actualmente esta institución sigue destinada a promover y facilitar el desarrollo de la cultura y el arte, dentro de los códigos de la amistad.
En su interior se exhiben obras de artistas plásticos y antigüedades varias. Se destaca el cuadro «El sombrero» de Raúl Soldi; el mural «Incorporación de los indios a la civilización» de Demetrio Urruchúa; obras de Vicente Forte; esculturas en madera de Juan de Dios Mena y terracotas de Víctor Marchese. Además de los nombrados hay cientos de otros renombrados artistas plásticos, músicos, escritores y políticos que han pasado por el Fogón de los Arrieros y dejado algún regalo.
El Fogón de los Arrieros es una caja de sorpresas donde siempre pasa algo y todos son bienvenidos. Allí también se puede ir a tomar algo a la barra del bar, se realizan talleres, clases de tango, eventos culturales y muestras de artistas locales durante todo el año.
Junto al arte hay varias curiosidades en el Fogón de los Arrieros. Allí se puede encontrar un “Cementerio” en el patio, una armadura samurái, una terraza – Pista de aterrizaje para platos voladores y muchas cosas más.
Un dato: Aldo Boglietti, fundador del Fogón de los Arrieros, fue el que tuvo la idea de colocar esculturas y murales en plazas y veredas de la ciudad de Resistencia. Gracias a esta iniciativa Resistencia es ahora conocida como la Capital Nacional de las Esculturas.
Un buen amigo fue El Perro Fernando
Además de visitar el Fogón de los Arrieros en su vereda notarás la tumba del perro Fernando. Dicho can recorrió las calles, casas, eventos sociales y espacios públicos de Resistencia entre los años ´50 a principios de los años ´60. Este perro vagabundo (Aunque tuvo un dueño) obtuvo el cariño de los habitantes de la ciudad, logrando ser recordado hasta el día de hoy con monumentos, canciones, obras de teatro y un circuito turístico que puedes hacer recorriendo las postas gastronómicas y sociales que hacia diariamente Fernando, el perro amigo de todos.
Para visitar:
Brown 350


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