SANTUARIO DE LA DIFUNTA CORREA
El Santuario de La Difunta Correa es un lugar a donde miles de fieles se dirigen durante todo el año a pedir deseos de bienestar y salud.
La gruta se ubica en Vallecito, muy cerca de San Juan Capital, sobre la cima de uno de los cerros del cordón de Pie de Palo. Es un lugar de devoción y oración, donde se ven diversas donaciones según el pedido que se realice.
Es impresionante ver miles de casitas en el sendero de subida a la gruta, y existen capillas por temas según los pedidos, camiones de juguete en la Capilla de Camioneros, premios y fotos en la Capilla del Deporte, etc. Hay muchas capillas, algunas históricas donde se ven cientos de miles de pedidos y agradecimientos, en estatuas, placas, chapas patente, dibujos y mucho más.
En medio de una zona desértica se construyó un complejo que rodea la gruta de La Difunta Correa y ofrece todos los servicios para el visitante.
La historia
A mediados del Siglo XIX, en Argentina había una guerra civil entre Unitarios y Federales. Las tropas montoneras de Facundo Quiroga reclutaban jóvenes a la fuerza y ese fue el caso del marido de Deolinda Correa.
El joven estaba enfermo, con un pequeño hijo y una joven esposa, que al quedarse sola decide huir de su pueblo hacia La Rioja para reencontrarse con su marido.
Según cuentan en el santuario, ella decide huir debido al acoso que recibía de un comisario que deseaba contraer matrimonio y ser padre del niño. Esa fue una de las razones por las que argumentan que no se llevó víveres y escapa con su hijo.
El problema es que San Juan es una zona desértica y esto se cree que ocurrió en la primavera-verano, donde sin agua, sin comida y los ríos secos, se dificulta caminar grandes extensiones bajo el sol.
Deolinda Correa se deshidrata al poco tiempo, con sus últimas fuerzas sube a un cerro y luego baja a un río seco donde muere bajo la sombra de un algarrobo. Antes de morir le da el pecho a su hijo que logra sobrevivir amamantándose de su madre fallecida.
Unos arrieros de la zona encuentran al bebe con vida y a ella muerta. Luego le darían cristiana sepultura en la zona de vallecitos, cerca de donde fue encontrada.
Con el tiempo la historia se fue comentando en San Juan y fueron tomando fuerza las versiones de milagros atribuidos a la Difunta Correa.
Por esa razón miles de visitantes se acercaron, crearon las primeras capillas y comienzaron a orar para pedir o agradecer.
Para visitar:
Para llegar al Santuario de la Difunta Correa desde la ciudad de San Juan, debe tomar la Ruta 141 y llegar hasta Vallecito, pasando Caucete.


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