CATEDRAL DE SAN MIGUEL DE TUCUMAN
Su detallada y gran fachada invita a visitar y meditar en el interior de la Catedral de Tucumán, uno de los grandes edificios emblemáticos frente a la Plaza Independencia.
La fachada del templo está enmarcada por dos torres campanario que culminan en cúpulas con forma de bulbo en gajos rojizos. El pórtico presenta un estilo neoclasicista, cuyas columnas dividen el acceso en tres partes iguales. Sobre el frontis, diseñado por Juan B. Finochiaro, remata una imagen de la Virgen de Lourdes.
En el interior de la iglesia catedral la nave central es más amplia que las laterales y posee obras de arte sacro como el gran cuadro de la Asunción.
A su vez, allí dentro se resguarda la Cruz original de la Refundación de la Ciudad y se encuentran las tumbas de los sacerdotes Miguel Moisés Aráoz, José Eusebio Colombres y la del general Gregorio Aráoz de Lamadrid.
Varias reformas sufrió la Catedral de Tucumán desde su primera construcción en el año 1847, realizada por el Ingeniero Francés Dalgare Etcheverry.
Sin embargo a fines del siglo XVIII su mal estado de conservación hizo imposible seguir recibiendo fieles y años más tarde, en el año 1847, fue reformada con su actual estructura y diseño. En esta iglesia pronunció un discurso inaugural Fray Mamerto Esquiú, lo que le da mayor importancia en la historia tucumana.
La Catedral de San Miguel de Tucumán forma parte del recorrido histórico de la Plaza Independencia, junto a la Casa de Gobierno, el Museo Casa Padilla y la Iglesia y Convento de San Francisco, entre otros edificios históricos.
Recomendamos recorrer la zona de día y al atardecer también, ya que las fachadas se iluminan y se pueden obtener hermosas fotografías de la capital tucumana.
Para visitar:
Calles 24 de Septiembre y Congreso, San Miguel de Tucumán


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