MUSEO DE ARTE EN EL EX TIGRE CLUB (DEL TIGRE HOTEL)
Se emplaza en lo que otrora fue el Tigre Club, un clásico edificio de la Belle Epoque. Su colección, patrimonio de la Municipalidad del partido de Tigre, cuenta con obras de arte figurativo de finales del siglo XIX y del siglo XX.
Organizado temáticamente, las siete salas del MAT proponen al visitante un recorrido por los aspectos más destacados de la historia del arte nacional: el paisaje y la arquitectura, la figuración humana, la naturaleza muerta, el puerto, la génesis de nuestra plástica y Tigre como referente estético.
Historia del Tigre Club (año 1902)
El ambiente del Tigre, a orillas del Río Luján, produjo una continua afluencia de visitantes, que tuvo su apogeo hacia fines del siglo pasado y la primera década del actual. Muchas de las actividades de la ciudad se remiten al río (mercado de frutos, astilleros, estación fluvial, clubes náuticos, casonas de fin de semana) y se reflejan en su arquitectura. Los piano nobile o basamentos altos a los que obliga la cota de inundación, el uso de materiales livianos, son habituales en este entorno.
El «Tigre Club» constituye el remate del Paseo Victorica, que corre a lo largo del Río Luján. Obra de los arquitectos Pablo Pater (francés) y Luis Dubois, fue diseñado para la actividad social y recreativa, y conformó en sus orígenes, junto con el «Tigre Hotel» (demolido), un conjunto que albergó a los miembros de la alta sociedad porteña de la época.
Ejes de simetría ordenan la compacta planta. La imagen es la característica de los edificios eclécticos de principios de siglo, con ornamentación de guirnaldas y medallones. Pero a este monumento lo identifica la espléndida columnata compuesta, que arranca desde su frente, atraviesa la calle y llega al río, donde actuaba como embarcadero de los «tranvías acuáticos» que desde el ferrocarril traían desde el «Tigre Hotel», a veraneantes e invitados a las fiestas.
Rodeado de terrazas, balcones y pérgolas, el edificio albergaba, en su planta baja, un casino con entrada independiente por las galerías laterales. A la planta alta se accedía desde la fachada principal a través de un hall que conducía escaleras arriba al «salón oval», cuyo cielorraso abovedado conserva todavía las pinturas en seda realizadas por Villa Prades y la araña central de bronce y cristal de Baccarat.
Toda la planta alta se abre con grandes ventanales a los balcones y terrazas. Los interiores, de gran lujo, tienen pisos de roble de Eslavonia y columnas con bases de bronce, revestidas con estuco estriado y relieves dorados a la hoja.
Para visitar:
Paseo Victorica 972
Tel.: 4512-4528
Horario: miércoles-viernes 9 a 19hs.
sábado, domingos y feriados 12 a 19hs.


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