CONOCIENDO FIAMBALA
Sólo 48 kilómetros distancian Fiambalá de Tinogasta dos localidades de Catamarca unidas por maravillosas atracciones y paisajes sobre la ruta 60.
Para comenzar la excursión hacia Fiambalá, debemos primero visitar la Casona de la Familia Orella, a pocos metros de la plaza principal de Tinogasta y la primera posta de la Ruta del Adobe.
Esta Ruta Temática nos guía por siete lugares históricos hechos con adobe donde visitamos oratorios, capillas, estancias y el Poblado Prehispánico de Watungasta. Esta ruta finaliza en Fiambalá, pero ya en el recorrido vemos olivares, grandes montañas y médanos que nos anticipan el paisaje local.
Fiambalá es un pequeño poblado repleto de sorpresas para disfrutar como turismo de salud, interminables médanos, volcanes para conocer y un paso internacional, entre otros atractivos.
Claro que en la ciudad se pueden visitar sus calles, capillas y museos, como el Museo de los Seismiles, el Museo del Hombre y algunas bodegas cercanas, entre otros lugares, pero lo que más llama la atención al turista son sus alrededores.
Por el lado del turismo de salud se pueden visitar las termas de Fiambalá que se encuentran a 12 kilómetros de distancia y son un especial lugar para el relax durante todo el año.
Las aguas termales se disfrutan en piletas acondicionadas para el viajero, donde la temperatura varía desde muy caliente (52 grados) hacia templado (32 grados).
Luego tenemos la zona de médanos que tanto atrajo a la competencia del Dakar. Visitar Medanitos, Sajuil y Tatón, entre otros destinos, hace recordar viejas películas que fueron rodadas en desiertos de otros lugares. Allí animarse al sandboard, a caminar o simplemente tirarse en la arena son los mayores atractivos, ¡Siempre teniendo en cuenta que la arena está cliente!
La aventura del desierto nos deja sedientos y a la vez perplejos al visitar la cercana ruta que nos adentra en la Cordillera de los Andes hasta el Paso Internacional de San Francisco, admirando los volcanes más altos del mundo durante el viaje.
San Francisco, Incahuasi, Fraile, Ojo del Salado, Tres Cruces y el Volcán Piscis son conocidos como Los Seismiles, estos volcanes son un gran atractivo y una meta para todo escalador experimentado.
Este paisaje de volcanes negros, con lagunas entre sí, hielos eternos, poca vegetación y fauna autóctona son una de las maravillas a descubrir en su viaje por Catamarca.
En conclusión, todos los paisajes, paseos y excursiones mencionadas son sólo una porción de lo que puede vivenciar en Fiambalá, donde los días son cálidos y sus noches frías estrelladas.


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