LA HERENCIA JESUITA EN VILLA CARLOS PAZ
Los Jesuitas dejaron varios legados en Córdoba, como las estancias, la Manzana Jesuítica de Córdoba Capital, varias capillas, monumentos y enseñanzas que trabajaron hasta su expulsión en el año 1767. Con el tiempo pudieron volver y retomar algunas de las labores que habían iniciado, entre ellas se inició la de Villa Carlos Paz.
En el año 1906 los Padres Jesuitas toman posesión de la estancia La Quinta, donada por la señora Eugenia Gastañaga a la Compañía de Jesús.
El Padre Juan Cherta le da el nombra de Quinta del Niño Dios, que es el nombre que quedó hasta la actualidad. El lugar fue utilizado como casa de retiros espirituales, evangelización, estudios y hasta construyeron un tajamar para regar sus producciones frutícolas.
Además de la Quinta del Niño Dios, en Villa Carlos Paz hay varios testimonios de la creencia religiosa desde principios del Siglo XX.
La Cruz de Palo fue instalada antes de la llegada de los jesuitas en el año 1900 y bendecida por el Obispo de Santiago del Estero. A ella se accede por la calle Ombú y se la ubica fácilmente por que se encuentra elevada.
La Compañía de Jesús sí construyó dos grutas, La Gruta de la Virgen de Lourdes en el año 1915, a la que se accede por la calle Timbó; y la Gruta de la Virgen de los Milagros en el año 1940 y se encuentra en la calle Ovidio.
En el año 1937 colocaron la estatua del Sagrado Corazón en la entrada del complejo jesuítico, sobre la calle Asunción. Luego en el año 1945 instalan la Virgen del Cerro o Virgen Blanca ubicada en la calle Timbó desde donde se obtiene una agradable vista panorámica.
Todos estos lugares se pueden recorrer libremente y la Quinta del Niño Dios se puede visitar y así conocer su interior con estupendos vitrales.


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