TREKKING POR EL VIA CRUCIS O MIRADOR DE LA CRUZ
Villa Sanagasta es un lugar de mucha naturaleza, paisajes, cultura y producción artesanal riojana que invita a recorrerla y apreciarla desde diversos puntos de vista.
Siempre recomendamos dejar el auto y caminar por las calles de los lugares que se visitan y esta no es la excepción, ya que Villa Sanagasta tiene maravillosos lugares para hacer trekking.
Hay dos miradores sobre los cerros cercanos que se encuentran marcados, pero están mantenidos en forma natural sin escaleras o señalización, por lo que deberá hacer el paseo de día y prestar atención al camino para no perderse a la ida ni a la vuelta. Nosotros hicimos el recorrido por el Vía Crucis, ya que tiene un mejor acceso y vista.
Partiendo por la Plazoleta de las Madres, también se accede por la calle Libertad, se llega hasta la acequia, la cual se cruza por un puentecito de cemento. Ubicará el camino de acceso ya que hay algunas columnas que marcan el comienzo del recorrido.
Es un camino de media dificultad debido a que no está bien marcado y hay rocas sueltas, sin embargo el recorrido es guiado por las cruces que se ven en el cerro de piedra y forman los puntos de unión en el paseo, como eslabones de una cadena.
Cruz chica por Cruz chica se llega hasta la gran Cruz, caminando sobre rocas coloradas que nos permiten apreciar una vista única de Villa Sanagasta, el Río Grande y un sinfín de cactus que se pierden entre la vegetación de las montañas que rodean a la villa.
La subida la realizamos a paso firme, controlando que las piedras sueltas no sean un peligro para nuestros tobillos y prestando atención al camino que tomamos. Al ser un recorrido libre, hay varios caminos que se pueden tomar, pero lo importante es recordar como volver porque es fácil perderse.
Unos 40 minutos nos tomó la subida, entre paradas para comentar la vista, obtener fotos o intentar reconocer algún cactus o ave.
El final del camino lo señala una vieja Cruz y es el tramo más empinado. La Cruz se ubica sobre una gran roca y es un puesto ideal para descansar y apreciar la vista, ya que forma una gran terraza natural.
Luego de obtener algunas imágenes, bajamos visitando algunas cruces que se encuentran más alejadas y permiten obtener diferentes vistas de la villa. A la vuelta recuerde mirar bien donde pisa debido a las piedritas sueltas que en algunos casos son resbaladizas.
La duración del paseo es de una hora aproximadamente, a paso tranquilo y sacando fotos. Uno puede quedarse el tiempo que desee y apreciar la vista. Hasta puede llevarse el mate, pero recuerde no dejar residuos en el cerro.
Si tiene alguna duda, al llegar puede consultar por el Vía Crucis o la Cuesta del Mirador en la oficina de turismo al costado del Mercado Artesanal y el Museo Municipal.


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